La historia de los medios de pago cabe en una frase: desde el trueque hasta las criptomonedas. Sea cual sea la forma que utilices para comprar y vender bienes, te interesa estar al tanto de las nuevas tecnologías y aprender a relacionarte con el dinero al estilo del siglo XXI. Seguro que has oído hablar del Bitcoin o del Petro, pero no tienes muy claro qué son y cómo funcionan las criptomonedas. Pues estás de suerte, tenemos una guía para ti.
Las criptomonedas o criptodivisas son monedas virtuales que se basan en la criptografía (cifrado de seguridad) para certificar las transferencias o los pagos de productos y servicios. Son un tipo de moneda alternativa que solo existe en internet y cuyo almacenamiento es digital.
Tienen un control descentralizado, al contrario que las monedas tradicionales que están dominadas por los bancos centrales. Esta forma de regulación funciona a través de una base de datos descentralizada, por lo general a través de una cadena de bloques o blockchain pública. Es un sistema de código abierto y de intercambio entre iguales.
La primera criptomoneda que apareció fue el Bitcoin en 2009 y, desde ese momento, han aparecido infinidad de monedas con diferentes características, objetivos de uso y protocolos, como Litecoin, Ripple, Ethereum o Dogecoin.
“Una criptomoneda puede utilizarse en cualquier rincón del planeta siempre y cuando el pagador y el cobrador la admitan”
¿Cuál es el funcionamiento de las criptomonedas?
Una criptomoneda puede utilizarse en cualquier rincón del planeta siempre y cuando el pagador y el cobrador la admitan. Ocurre exactamente igual que con las monedas tradicionales. Si quieres pagar tu alojamiento en Vietnam con euros solo podrás hacerlo si el hotel los admite. En caso contrario, tendrás que cambiar tu divisa a dongs.
Esta base es fundamental, ya que si nadie aceptara la criptomoneda como medio de pago no tendría sentido su existencia ni valor alguno en el mercado. Por ejemplo, en 2010 nacieron casas de cambio que permitían la compraventa de bitcoins mediante transferencias bancarias. Cuatro años más tarde, Microsoft aceptaba bitcoins para comprar Xbox y el sistema operativo Windows. En 2015, algunas instituciones de inversión colectiva como Fidelity Investments (quinto mayor gestor de activos del mundo) empezaron a comerciar con bitcoins mientras un grupo de grandes bancos internacionales mostraban su interés por la tecnología blockchain. En 2016, los primeros fondos de pensiones estadounidenses invirtieron en esta moneda.
Las criptomonedas como el Bitcoin no pueden comprarse y guardarse fuera de medios virtuales, así que necesitan una cartera digital para almacenar el crédito y que utilizar para pagar. Las billeteras digitales tienen el nombre popular de monederos y puedes llevarlos en un pendrive o guardarlos en la nube.
“Las criptomonedas como el Bitcoin no pueden comprarse y guardarse fuera de medios virtuales”
¿Cómo conseguir criptomonedas?
Sabemos cómo funcionan las criptomonedas pero, ¿cómo conseguirlas? Existen dos formas. La primera es mediante la llamada minería, que es el método de generar nuevas unidades de la moneda. La minería se realiza mediante complejos cálculos matemáticos que necesitan una gran capacidad de computación y equipos informáticos muy potentes.
Por ejemplo, conforme se minan más bitcoins el cálculo se vuelve más complejo y, por tanto, es más difícil conseguir nuevas unidades de la criptomoneda. Si pensabas en minar en casa, olvídate. Existen empresas especializadas en crear nuevas monedas que utilizan ordenadores de más de 150.000€.
La segunda forma de conseguir criptomonedas es comprarlas a terceros en plataformas de cambio a través de Internet. Funcionan como las casas de cambio de toda la vida, donde intercambias una divisa por otra a determinado valor. ¿Has comprado criptomonedas alguna vez?