Para entender qué son los ETF deberías olvidarte del famoso extraterrestre marrón que busca un teléfono para llamar a su casa. Nada más lejos de la ficción. Los ETF son un producto financiero de inversión con cierta complejidad. Y para facilitarte la comprensión compartimos contigo esta entrada informativa.
Los Exchange Traded Funds, cuyas siglas en inglés son ETF, en España se conocen como fondos cotizados. Son instrumentos de inversión no recomendados para novatos por su naturaleza híbrida entre un fondo de inversión y una acción que cotiza en bolsa. Conjugan la diversificación de la cartera de un fondo con la liquidez de compraventa de un título cotizado. Si todo esto te suena a chino no te preocupes, entramos en detalles.
¿Qué son los ETF y cómo funcionan?
Los ETF son fondos de inversión cuyas participaciones cotizan en bolsa igual que las acciones de cualquier empresa cotizada. Esto te permite comprar o vender una participación del fondo cotizado a cambio de la comisión correspondiente. ¿En qué se diferencian de los fondos clásicos? En que las participaciones de estos se compran o venden según el valor liquidativo al cierre de sesión, mientras que los ETF en bolsa se intercambian en tiempo real.
Son instrumentos de inversión no recomendados para novatos por su naturaleza híbrida entre un fondo de inversión y una acción que cotiza en bolsa
Además, los ETF son fondos indexados. Su objetivo de inversión es replicar el comportamiento de un determinado índice bursátil de referencia, que es una cesta de valores cotizados en cierto mercado que sirve como termómetro del sentimiento de compradores y vendedores. Por ejemplo, el IBEX 35 sirve de punto de referencia para la bolsa española porque lo marca la evolución de 35 acciones que cotizan en ella.
Los ETF, creados a principios de los años 90 del siglo pasado, abrieron la posibilidad de invertir en activos hasta entonces inexplorados a los particulares informados y a determinadas instituciones: ¿Por qué? Porque permiten exponerse a países, regiones o sectores mediante una única operación en bolsa, en tiempo real. Eso sí, como en toda inversión de este tipo existe la posibilidad de perder todo tu dinero.
Los 3 tipos de fondos cotizados
Para entender bien qué son los ETF conviene conocer los 3 tipos que existen:
- ETF que sigue un mercado: estos fondos replican el índice de referencia, sea el IBEX 35, el Nasdaq o cualquier otro. ¿Cómo lo hace? Compra acciones de dicho mercado en la misma proporción que tiene el índice o a través de la utilización de instrumentos financieros derivados, lo que hace que sea un producto complejo.
- ETF inversos: fondos que replican un índice cuya evolución es contraria a la tendencia del mercado, es decir, cuando el índice pierda valor su rentabilidad será positiva y viceversa.
- ETF apalancados: realmente complejos, replican el índice en una determinada proporción o apalancamiento. Como los ETF inversos, reflejan una evolución diaria del índice.
Como puedes comprobar, si un ETF de mercado ya es complicado, la complejidad de sus versiones inversas o apalancadas es todavía mayor. Además, recuerda que estos productos de inversión carecen de garantía y, por tanto, debes tener en cuenta el riesgo que existe de perder el capital invertido.
Conjugan la diversificación de la cartera de un fondo con la liquidez de compraventa de un título cotizado
Presta atención, del mismo modo, a cómo tributa un fondo de inversión. Si al vender tus participaciones del ETF en bolsa obtienes una plusvalía (un beneficio porque la diferencia entre el precio de compra del fondo y el de venta es positivo), tendrás que tributar sobre la cantidad que hayas ganado.
En cualquier caso, esperamos que con esta entrada comprendas, aunque sea por encima, qué son los ETF y te acerques a su complejidad. Antes de tomar cualquier decisión de inversión es interesante que estudies en profundidad cada uno de los productos para asegurarte de que se ajusten a tu perfil inversor.