Es posible que hayas oído hablar del sistema de amortización francés pero no tengas claro en qué consiste. Incluso puede que lo tengas sin conocer su nombre y te preguntes cómo funciona. No te preocupes, para que no te quedes con dudas en esta entrada te explicamos en qué consiste y su principal ventaja.
En efecto, puede que lo hayas utilizado o estés a punto de hacerlo, porque el sistema de amortización francés es el más aplicado a la hora de calcular la cuota mensual de una hipoteca. De hecho, es prácticamente el estándar en el mercado hipotecario español para los préstamos de tipo fijo.
Pero antes de nada, recuerda que una amortización es un proceso financiero mediante el cual devuelves, de forma gradual, una deuda con sus correspondientes intereses. ¿Cómo se devuelve el dinero? A través de una serie de pagos periódicos, que pueden ser de cantidades iguales o diferentes, según el sistema.
La principal ventaja del sistema de amortización francés reside en que, aunque varíe el reparto de pesos entre los intereses y la amortización de capital, las cuotas son constantes para ti.
El sistema francés se caracteriza porque el importe de las cuotas que devuelves es constante para un mismo tipo de interés. Esto es, cuando firmas un préstamo o una hipoteca francesa te comprometes a pagar unas cantidades concretas de forma periódica y constante, que incluyen el capital que recibiste y los intereses por haberlo recibido, durante un plazo convenido.
Las cuotas del sistema de amortización francés se calculan siguiendo una fórmula que hace que esta suma de los intereses y del capital sea una cifra fija, pero que la proporción de cada uno de ellos varíe a lo largo de la vida de la hipoteca.
De hecho, la proporción de los pagos mensuales se calcula en función de la cantidad de dinero que tengas pendiente de amortizar. Por eso, en los primeros años del préstamo abonas más intereses que en los últimos meses.
Si evitas una amortización anticipada podrás disponer de liquidez a lo largo del tiempo
Como puedes comprobar, la principal ventaja del sistema de amortización francés reside en que, aunque varíe el reparto de pesos entre los intereses y la amortización de capital, las cuotas son constantes para ti a lo largo de toda la vida útil del préstamo hipotecario si es de tipo fijo y durante un año o el tiempo que hayas pactado para la revisión del interés si es un préstamo a tipo mixto o variable. En esta clase de préstamos el valor de la cuota mensual que tienes que devolver está referenciada a un índice como, por ejemplo, el Euribor, que cambia conforme pasa el tiempo. Cuando ocurra un cambio del tipo de interés, el banco actualizará el conjunto de tu tabla de amortización y volverás a tener una visibilidad futura de las cuotas pendientes.
La amortización francesa te permite planificar mejor tus finanzas personales y familiares, ya que podrás saber con antelación cuánto dinero tendrás que destinar a devolver la hipoteca. Así tendrás controlada tu liquidez e incluso podrás invertirla para obtener una rentabilidad a tus ahorros.