Hipoteca con carencia o no, he aquí la cuestión. Quizá te has planteado pedir a tu banco una hipoteca que, llegado el caso, te permita solicitar un período de carencia, pero. no sabes qué te conviene más. No te preocupes, en esta entrada compartimos contigo las ventajas y desventajas de una hipoteca con carencia. Para que tomes la decisión que más te conviene.
En marzo de 2020, cuando el Gobierno decretó el Estado de Alarma que condujo al confinamiento, en España se firmaron 26.382 hipotecas, un 14,6% menos respecto al año anterior. Sin embargo, el importe medio fue de 127.888 euros, un aumento del 1,6%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En paralelo, el mercado laboral español vivió el peor trimestre en 7 años, con la destrucción de 285.600 puestos de trabajo entre enero y marzo, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
En este contexto de reducción de ingresos y de mercado hipotecario en contracción, las hipotecas con carencia se presentan como una solución para las familias con dificultades temporales. El periodo de carencia es una fórmula que te permite reducir tu cuota mensual o no pagarla durante un tiempo, como posible solución si tus ingresos se han reducido. Ventajas y desventajas de las hipoteca con carencia
La principal ventaja de una hipoteca con carencia es que te permite ajustar tus finanzas personales o familiares hasta que mejore la situación económica. Por ejemplo, si tus ingresos mensuales se han reducido de 2.000€ a 950€ porque has perdido tu empleo y la cuota de tu hipoteca es de 635€, tendrás dificultades para llegar a fin de mes.
“La principal ventaja de una hipoteca con carencia es que te permite ajustar tus finanzas personales o familiares hasta que mejore la situación económica”
Negociar con tu banco un periodo de carencia parcial para reducir la cuota mensual a solo los intereses es una posible solución para reducir tus problemas económicos de forma temporal. Ten en cuenta, eso sí, que en el futuro tendrás que abonar lo que ahora dejas de pagar.
Imagina que tienes una hipoteca de 150.000€ con un interés del 1,99% y un plazo de amortización de 25 años. Esto significa que pagas una cuota mensual de 635,05€. Llega la crisis y pides al banco una hipoteca con carencia parcial de 2 años. Durante esos 24 meses, tendrás que pagar solo unos 248,75€. Una vez pasado el plazo de carencia, la cuota será de 677,55€. Puedes hacer tus cuentas con esta aplicación del Banco de España (BdE).
La principal desventaja de una hipoteca con carencia es que es posible que tengas que pagar una comisión y afrontar una potencial subida del tipo de interés. Para formalizar el periodo de carencia tienes que realizar una novación hipotecaria. Dicho de otro modo, un cambio en el contrato de préstamo. Este trámite depende de la entidad y en algunos casos suele tener una comisión de hasta un 1% del dinero que te queda por devolver. Por ejemplo, si te quedan 55.000€ por devolver, tu banco podría aplicarte una comisión por novación de 550€.
“La principal desventaja de una hipoteca con carencia es que tendrás que pagar una comisión y afrontar una potencial subida del tipo de interés”
Además, durante el periodo de carencia de tu hipoteca el banco puede proponerte la contratación de productos vinculados. Por eso es recomendable analizar bien todas tus opciones cuando estés negociando una posible carencia, así como calcular cuánto te va a costar la operación.
Esperamos que con esta entrada tengas clara la ventaja y la desventaja de firmar una hipoteca con carencia. Si la información te ha ayudado a comprender el problema y tomar una mejor decisión, ¿por qué no compartes en tus redes sociales para que le sirva a más personas?