Seguro que has oído hablar de ella, pero no tienes claro qué significa. La liquidez financiera es un término relacionado con los productos de inversión que conviene que conozcas en profundidad. Descuida, que en esta entrada responderemos a tus principales inquietudes si estás pensando en invertir tu dinero para obtener una rentabilidad.
¿Qué es la liquidez financiera? Es un concepto que se utiliza en las finanzas para determinar la facilidad con la que puedes deshacerte de un activo. A veces también se habla de liquidez de mercado cuando existe una alta demanda de un activo en concreto que hace que resulte fácil encontrar a un comprador.
Dicho de otra forma, el grado de liquidez de un activo es la velocidad con la que puedes vender o intercambiarlo por otro activo. Cuanto más líquido, más rápido lo puedes poner en el mercado y menos te arriesgas a perder valor al venderlo. Por si no lo ves claro, te ponemos el ejemplo más sencillo: el dinero en efectivo es el activo más líquido de todos, ya que es fácilmente intercambiable por otro en cualquier instante.
El grado de liquidez de un activo es la velocidad con la que puedes vender o intercambiarlo por otro activo
Como el efectivo es el activo con la mayor liquidez financiera, el más estable, de acceso sencillo y uso simple, se utiliza para medir la liquidez de otros activos o mercados. Por ejemplo, la liquidez de una acción en el mercado de valores o bolsa se mide por la rapidez y facilidad con que se puede convertir en efectivo.
Además de saber qué es la liquidez financiera, debes entender que es una característica más que debes valorar en los activos financieros. Para ayudarte, te dejamos aquí una clasificación de activos financieros según su liquidez:
- Dinero: como ya sabes, el efectivo es lo más líquido que existe.
- Depósitos bancarios: a la vista o de ahorro, por ejemplo.
- Letras del Tesoro: deuda pública a corto plazo.
- Un pagaré de empresa: que es un activo financiero emitido por una empresa con un vencimiento determinado.
- Bonos y obligaciones del Tesoro: deuda pública a largo plazo.
- Renta fija: recibes una renta por invertir tu dinero durante un plazo concreto.
- Renta variable: no tienes garantizada ni la rentabilidad ni la recuperación de tu inversión. Un ejemplo serían las acciones que cotizan en bolsa y los productos derivados.
En el extremo opuesto, existen los activos poco líquidos, con poca liquidez financiera. Para convertirlos en efectivo necesitas tiempo y en el proceso de venta pueden perder una parte de su valor. Por ejemplo, las propiedades inmobiliarias, los vehículos o las joyas son activos poco líquidos porque no es fácil venderlos de hoy para mañana.
Cuando planificas tus finanzas personales debes tener en cuenta la liquidez de los activos que adquieres
Por eso, cuando planificas tus finanzas personales debes tener en cuenta la liquidez de los activos que adquieres. Aquí aplica el aforismo de no poner todos los huevos en la misma cesta. Imagina que depositas la mayor parte de tu capital en activos poco líquidos (casa, coche, joyas) y se presenta un imprevisto o una situación financiera complicada. Te resultará complicado conseguir efectivo rápido para afrontar el reto.
Esperamos que con esta entrada y sus ejemplos te haya quedado claro qué es la liquidez financiera y por qué es importante tenerla en cuenta cuando piensas en invertir tu dinero para obtener rentabilidad.
