El mercado está lleno de productos de inversión, tanto para iniciados como para novatos. Si estás pensando en empezar a invertir pero no tienes claro qué elegir y si se adapta a tus necesidades, en la entrada de hoy te contamos qué es un depósito bancario, una de las muchas posibilidades.
Un depósito bancario a plazo es un producto de inversión en el que depositas tu dinero en un banco para que te lo guarde durante un plazo determinado. Cuando termina el plazo acordado, la entidad te devuelve el dinero más la remuneración que hayas pactado en forma de intereses. Esta suele expresarse en un porcentaje sobre el capital depositado.
Es un producto de bajo riesgo y, por tanto, baja rentabilidad. El funcionamiento es muy sencillo y útil si quieres sacar partido a tus ahorros sin arriesgarlos demasiado. Eso sí, ten en cuenta que no podrás utilizarlos durante un periodo de tiempo.
Por cierto, recuerda que si reclamas el dinero antes de tiempo es posible que te impongan una penalización, así que lee el contrato en profundidad antes de elegir el depósito.
“Un depósito bancario a plazo es un producto de inversión en el que depositas tu dinero en un banco para que te lo guarde durante un plazo determinado”
Por lo general, un depósito a mayor plazo te ofrece una mayor rentabilidad. Esto es así porque cuanto más tiempo tengas inmovilizado tu dinero menos disponibilidad tienes del mismo para destinarlo a otras inversiones o para gastarlo como quieras.
Pibank cuenta con una herramienta muy útil para calcular la rentabilidad de un depósito bancario y que así sepas a qué atenerte. Incluso puedes comparar los depósitos de diferentes entidades para elegir el que más te convenga.
Para entender mejor qué es un depósito a plazo fijo, lo mejor es un ejemplo. Supongamos que inviertes 10.000€ en un depósito con un plazo de un año, un tipo de interés del 1,15% y un pago anual. Al final de esos 12 meses, el banco te devolverá 10.115€, tus 10.000€ depositados más los 115€ de intereses generados.
“Los depósitos generan ganancias de capital y, por tanto, tienes que pagar impuestos”
Otro elemento a tener en cuenta para entender qué es un depósito bancario es la fiscalidad. Los depósitos generan ganancias de capital y, por tanto, tienes que pagar impuestos. En el momento de devolverte el capital más los intereses el banco suele retenerte una cantidad determinada, que será el anticipo de los impuestos.
Los depósitos tributan entre un 19% y un 23% de lo que has ganado, en función de los intereses que has conseguido. Siguiendo nuestro ejemplo anterior en el que recibes 115€ en concepto de interés, se aplicará un 19% en tu declaración de la renta. En consecuencia, pagarás 21,85€ a la Agencia Tributaria y tu beneficio final será de 93,15€.